MI HISTORIA

Al pensar en las palabras de mi maestro (mi padre) me pregunté…

“¿Éste realmente es mi sueño?, ¿Viví con pasión?, ¿Cuál será mi legado?”

A los 25 años de edad, de pie vestido con mi uniforme y con el corazón destrozado, mientras le daba el ultimo adiós a mi padre, vinieron a mi esas tres preguntas que me hicieron pensar en lo que realmente esperaba de la vida. Todos los días desde entonces he tratado de vivir mi vida y luchar por mis sueños; incluyendo mi segunda oportunidad, la música.

A pesar de parecer una persona seria y de todo lo que el público imagina sobre un artista, la gente siempre se sorprende al descubrir lo sencillo que soy. Lo aprendí de mis padres, quienes lucharon tanto para criar a siete niños. Lo escuché de mi padre quien siempre nos dijo: “Sé tu propio jefe. Sé honesto y responsable. Trabaja duro. Prepárate. Trata a las personas con respeto. Sé un buen ejemplo. Lucha por tus sueños.”

Los aplausos y el bombo son muy bonitos, y siempre los agradezco. Supongo que de donde soy, no acostumbramos a presumir lo que hacemos. Para mi, esto nunca ha sido sobre presumir. Esta es una carrera que ha cambiado mucho, por esa razón, vivo agradecido por las muestras de cariño y el apoyo del público en cada presentación y en mis redes sociales.

A veces la gente piensa: ‘Este chico salió de la nada’…

 

Tal vez. La verdadera historia es que he trabajado muy duro desde los 14 años con el sueño de conquistar con mis letras y música, el corazón del público. Siempre he pensado que si despiertas todos los días con un sueño y haces el bien a los demás, llegará el momento en que Dios y la vida te recompensan.

Estudié leyes, me gradué como policía y presté mi servicio durante 7 años. He escrito versos y trovas desde que era solo un niño. He cantado en festivales desde que estaba en el colegio. Mis primeros fans fueron mis profesores y compañeros de clase y más tarde, mis vecinos y hasta mis superiores en la policía.

La historia no contada. Tal vez es que nací en el campo escuchando y admirando a Diomedes Díaz y Dario Gómez. Tengo días difíciles. He escrito letras que jamás he grabado, filmado videos malos, me he sentido aterrorizado detrás del escenario, he hecho malas inversiones, he fallado una y otra vez, pero en mi sorprendente viaje ’sin pensarlo’, aprendí que el camino hacia el éxito se forja con aprendiendo del fracaso.

Las únicas historias que hoy me importan, son las que hoy puedo contar con mis letras y que tengo el privilegio de compartir a través de mi música con las personas que me escuchan, apoyan y siguen mi carrera. Mi historia y los detalles son los menos importantes. Porque mis letras hablan de ellos y para mi, el público es el verdadero protagonista.

Todo lo que canto y escribo lo hago para decirle a otros que los entiendo y comprendo por los que pueden estar pasando, simplemente porque he estado ahí, sintiéndolo o al lado de un amigo, un ser querido o alguien que me tocó el corazón con su historia. Entonces, canto para recordar que mas allá del dolor y el momento, el día es bueno, la vida es buena y hay que vivirla al máximo.